La misa popular salvadoreña nace en medio del trabajo pastoral de las comunidades de base de San Salvador, en los años 1978 a 1980.
Sus cantos son producto del acompañamiento pastoral dado a cebs de San Salvador, concretamente de la parroquia Zacamil y de la parroquia de la Resurrección.
En la Zacamil, una de las más pobladas de la ciudad, trabajó el P. Octavio Ortiz, que fue después asesinado, y otros sacerdotes que posteriormente fueron expulsados del país. En la parroquia de la Resurrección trabajó el P. Alfonso Navarro, también mártir.
La misa popular salvadoreña es fruto, en letra y música, de la iniciativa de Guillermo Cuéllar (Pikín) trabajando en colaboración en medio de estas comunidades de base, con la asesoría teológica del P. Plácido Erdozain.
La misa Salvadoreña fue y sigue siendo un instrumento pedagógico y concientizador.
Y todavía sigue siendo una pieza maestra de la espiritualidad liberadora del pueblo salvadoreño.
Es por ello un texto privilegiado para estudiar, para analizar, para acercarse a esta espiritualidad liberadora.
Los cristianos de otras áreas harán bien acercándose reverentemente a este texto que,
por otra parte, lleva en sí mismo y en la historia que ha acompañado la sangre de muchos mártires por el Reino.
GLORIA A DIOS (Guillermo Pikin Cuellar)
1. Vibran los cantos, explosivos de alegría.
Voy a reunirme con mi pueblo en Catedral.
Miles de voces nos unirnos este día
para cantar en nuestra fiesta patronal.
CORO
¡Gloria al Señor! ¡Gloria al Señor!
Gloria al patrón de nuestra tierra:
El Salvador.
No hay redención de otro Señor;
sólo un patrón, nuestro Divino Salvador.
2. Por ser el justo y defensor del oprimido;
porque nos amas y nos quieres de verdad
venimos hoy todo tu Pueblo decidido
a proclamar nuestro valor y dignidad.
3. Ahora, Señor, podrás ser Tú glorificado,
tal como antes allá en el Monte Tabor,
cuando Tú veas a tu Pueblo transformado
y haya vida y libertad en El Salvador.
4. Pero los dioses del poder y del dinero
se oponen a que haya transfiguración.
Por eso ahora vos, Señor, sos el primero
en levantar tu brazo contra la opresión
Veamos lo que nos dice Pikin, Guillermo Cuellar
sobre su experiencia cercana de esta Espiritualidad Liberadora
que compartió con Monseñor Oscar Arnulfo Romero:
“Yo tuve la posibilidad y la capacidad de responder a Monseñor en sus peticiones,
en el sentido que yo trabajaba en el movimiento juvenil católico cristiano desde un parroquia,
pero también era músico y me venía bien entrar a la radio, donde estuve 3 años”,
aseguró, el antropólogo.
Cuéllar expresó que lo heroico del arzobispo fue que en algún momento de su vida
se le reveló que podría venirle su muerte de manera violenta y trágica
por el hecho de ser fiel al camino que iba encontrando,
por lo tanto, fue consciente y reafirmo su decisión.
“Lo que hace a Monseñor Romero un ser humano especial
es que decidió dar su vida de manera consciente”, manifestó.
Música de Exceso de equipaje
Sus cantos son producto del acompañamiento pastoral dado a cebs de San Salvador, concretamente de la parroquia Zacamil y de la parroquia de la Resurrección.
En la Zacamil, una de las más pobladas de la ciudad, trabajó el P. Octavio Ortiz, que fue después asesinado, y otros sacerdotes que posteriormente fueron expulsados del país. En la parroquia de la Resurrección trabajó el P. Alfonso Navarro, también mártir.
La misa popular salvadoreña es fruto, en letra y música, de la iniciativa de Guillermo Cuéllar (Pikín) trabajando en colaboración en medio de estas comunidades de base, con la asesoría teológica del P. Plácido Erdozain.
La misa Salvadoreña fue y sigue siendo un instrumento pedagógico y concientizador.
Y todavía sigue siendo una pieza maestra de la espiritualidad liberadora del pueblo salvadoreño.
Es por ello un texto privilegiado para estudiar, para analizar, para acercarse a esta espiritualidad liberadora.
Los cristianos de otras áreas harán bien acercándose reverentemente a este texto que,
por otra parte, lleva en sí mismo y en la historia que ha acompañado la sangre de muchos mártires por el Reino.
GLORIA A DIOS (Guillermo Pikin Cuellar)
1. Vibran los cantos, explosivos de alegría.
Voy a reunirme con mi pueblo en Catedral.
Miles de voces nos unirnos este día
para cantar en nuestra fiesta patronal.
CORO
¡Gloria al Señor! ¡Gloria al Señor!
Gloria al patrón de nuestra tierra:
El Salvador.
No hay redención de otro Señor;
sólo un patrón, nuestro Divino Salvador.
2. Por ser el justo y defensor del oprimido;
porque nos amas y nos quieres de verdad
venimos hoy todo tu Pueblo decidido
a proclamar nuestro valor y dignidad.
3. Ahora, Señor, podrás ser Tú glorificado,
tal como antes allá en el Monte Tabor,
cuando Tú veas a tu Pueblo transformado
y haya vida y libertad en El Salvador.
4. Pero los dioses del poder y del dinero
se oponen a que haya transfiguración.
Por eso ahora vos, Señor, sos el primero
en levantar tu brazo contra la opresión
Veamos lo que nos dice Pikin, Guillermo Cuellar
sobre su experiencia cercana de esta Espiritualidad Liberadora
que compartió con Monseñor Oscar Arnulfo Romero:
“Yo tuve la posibilidad y la capacidad de responder a Monseñor en sus peticiones,
en el sentido que yo trabajaba en el movimiento juvenil católico cristiano desde un parroquia,
pero también era músico y me venía bien entrar a la radio, donde estuve 3 años”,
aseguró, el antropólogo.
Cuéllar expresó que lo heroico del arzobispo fue que en algún momento de su vida
se le reveló que podría venirle su muerte de manera violenta y trágica
por el hecho de ser fiel al camino que iba encontrando,
por lo tanto, fue consciente y reafirmo su decisión.
“Lo que hace a Monseñor Romero un ser humano especial
es que decidió dar su vida de manera consciente”, manifestó.
Exceso de Equipaje es un grupo musical salvadoreño de nueva canción o nueva trova,
fundado por Paulino Espinoza, Álvarez Castillo, y Guillermo Cuéllar,
influenciados por artistas de talla mundial como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y Mercedes Sosa.
“Hice una canción que él (Monseñor) me pidió que compusiera para las fiestas patronales de San Salvador, él quería un himno dedicada al Divino Salvador, y entonces yo la compuse y la coloque como la “gloria de la misa popular salvadoreña”, dijo el artista.
“Después de los Acuerdos de Paz, en el año 95 compuse una canción que se llama “proclamen los santos”, esa canción la grabamos con Exceso de Equipaje, y también compuse bastantes canciones en el seno del movimiento eclesiales de base, sobre todo canciones para los sacerdotes que fueron asesinados”, expresó el también artista.
Cuéllar explicó que algunos versos de la canción que el compuso “proclamen los santos siguiendo su andar”, significa que al reconocer que Monseñor Romero es un santo tenemos que ver las consecuencias actuales de su martirio”.
“Si tú crees en Monseñor Romero, tienes que seguir su mismo andar y camino, sino queda incompleta la acción, ¡proclamar santo a Romero pero sin consecuencias!, los salvadoreños tendremos que tomarlo como guía, no como guía demagógica diciéndolo, sino como guía real. o sea, de seguir su camino en todo sentido”, reflexionó.
"Proclámenlo Santo", que busca establecer un diálogo con los que demandan pruebas de su santidad, la canción enumera una serie de milagros que bien pueden servir de testimonio, pero demanda de todos nosotros ( autoridades eclesiales incluidas) que caminemos por el sendero que nos señaló "Monseñor" Bonito Tema de Guillermo Cuellar con el grupo Exceso de equipaje, de su disco Misa Mesoamericana. Un hermoso homenaje a Monseñor Romero. Selección de fotos, edición diseño y diagramación de Padre Diego Cabrera Rojas, ssc.
fundado por Paulino Espinoza, Álvarez Castillo, y Guillermo Cuéllar,
influenciados por artistas de talla mundial como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y Mercedes Sosa.
“Hice una canción que él (Monseñor) me pidió que compusiera para las fiestas patronales de San Salvador, él quería un himno dedicada al Divino Salvador, y entonces yo la compuse y la coloque como la “gloria de la misa popular salvadoreña”, dijo el artista.
“Después de los Acuerdos de Paz, en el año 95 compuse una canción que se llama “proclamen los santos”, esa canción la grabamos con Exceso de Equipaje, y también compuse bastantes canciones en el seno del movimiento eclesiales de base, sobre todo canciones para los sacerdotes que fueron asesinados”, expresó el también artista.
Cuéllar explicó que algunos versos de la canción que el compuso “proclamen los santos siguiendo su andar”, significa que al reconocer que Monseñor Romero es un santo tenemos que ver las consecuencias actuales de su martirio”.
“Si tú crees en Monseñor Romero, tienes que seguir su mismo andar y camino, sino queda incompleta la acción, ¡proclamar santo a Romero pero sin consecuencias!, los salvadoreños tendremos que tomarlo como guía, no como guía demagógica diciéndolo, sino como guía real. o sea, de seguir su camino en todo sentido”, reflexionó.
PROCLÁMENLO SANTO (Guillermo Cuellar)
Música, Introducción
Nos piden milagros, allende el mar
Historias grandiosas para no dudar.
El juicio de quienes le vimos pasar.
Amando a su pueblo moviendo a pensar.
Los ojos humildes supieron brillar.
Los paralizados pudieron marchar.
Los siempre olvidados ganaron lugar.
Los templos de piedra se hicieron hogar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Escombros que gritan no pueden probar.
Pupilas de hielo no ven aletear.
El soplo inspirado que le hizo entregar,
Fue amor desbordado ciñendo el altar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Música, Intermedio largo
Nos piden milagros, allende el mar
Historias grandiosas para no dudar.
El juicio de quienes le vimos pasar.
Amando a su pueblo moviendo a pensar.
Una flor marchita reviste su ajuar.
Un árbol talado vuelve a retoñar.
Un ave abatida retorna a volar.
Una voz callada no para de hablar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo, oh, oh. Proclámenlo Santo.
Historias grandiosas para no dudar.
El juicio de quienes le vimos pasar.
Amando a su pueblo moviendo a pensar.
Los ojos humildes supieron brillar.
Los paralizados pudieron marchar.
Los siempre olvidados ganaron lugar.
Los templos de piedra se hicieron hogar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Escombros que gritan no pueden probar.
Pupilas de hielo no ven aletear.
El soplo inspirado que le hizo entregar,
Fue amor desbordado ciñendo el altar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Música, Intermedio largo
Nos piden milagros, allende el mar
Historias grandiosas para no dudar.
El juicio de quienes le vimos pasar.
Amando a su pueblo moviendo a pensar.
Una flor marchita reviste su ajuar.
Un árbol talado vuelve a retoñar.
Un ave abatida retorna a volar.
Una voz callada no para de hablar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo,
Proclámenlo Santo, haciendo sanar.
Los ríos de llanto, mordaza y espanto,
Proclámenlo Santo siguiendo su andar.
Proclámenlo Santo, proclámenlo Santo, oh, oh. Proclámenlo Santo.