El Salmo 91 nos recuerda que el creyente
fiel es como las palmeras, fructíferos, fuertes, fecundos y resistentes a los
embates del mal.
Aún en estos tiempos difíciles somos así, siempre y cuando
caminemos con Cristo y hagamos lo que él nos pide.
Tomados de su mano,
producimos frescura y alimento, muchas veces en situaciones áridas y oscuras.
https://youtu.be/kfyStlaWvsU